La falta de políticas públicas en los barrios que rodean al Volcadero municipal es una asignatura urgente. La muerte de José, un ex combatiente de Malvinas, en su casilla precaria, expone la ausencia del Estado.
La problemática de los barrios San Martín, Antártida, Mosconi, Barranquitas Oeste y Balbi, comunidades que viven alrededor del Volcadero municipal en la ciudad de Paraná, no es nueva. Precarias viviendas, la falta de acceso a salud y educación, la carencia de una alimentación diversa y el trabajo con la basura en pésimas condiciones caracterizan demandas transformadas en urgencias que se agudizan en un contexto que poco acompaña. La muerte de José «el toca», un hombre de 65 ex combatiente de Malvinas, que vivía una precaria casilla y sobrevivía del basural, expone la ausencia del Estado y la falta de políticas públicas desde la restitución de derechos. Amistades y organizaciones que intervienen en el territorio reclamaron por la desidia existente y contra las muertes evitables, como la consumada en la madrugada de este sábado.
«¿Saben lo que es ver a una persona quemarse viva y no poder hacer nada para ayudarlo?», se preguntaron integrantes de la Asamblea La Poderosa del barrio San Martín, presentes en el hecho. «Nosotros sabemos, desesperadamente», se respondieron, entre la impotencia y la tristeza del despojo y el abandono. «Cuando los bomberos llegaron ya era tarde y quizás sea una prueba más de que en los barrios las respuestas suelen llegar así, simple y sencillamente porque nadie tendría que estar viviendo en las condiciones inhumanas en las que vivía José», resaltaron en un comunicado.
Resaltaron que tenía «65 años y era ex combatiente de Malvinas, vivía en una casilla de emergencia y sobrevivía del volcadero de basura municipal, al igual que muchos de nosotros». Una historia más de situación de calle también, porque su problemática no se reduce a la asistencia a quienes necesitan un techo temporal o un plato de comida, sino a todas las personas que tienen violentado su derecho a un techo digno, con servicios básicos, derechos plenos y un proyecto de vida. No muy distinta a la realidad que se visibilizó desde Agenda Abierta de distintas personas que sobreviven en la calle, y al abuso policial, o a la que atraviesan viviendas en Barranquitas Oeste, a centímetros del abismo por calle Don Segundo Sombra al final, donde la barranca cede y la tierra se desmorona.
«Hoy nos toca llorar otra pérdida más y sabemos bien que no fue un accidente: es una consecuencia de la ausencia del Estado», lamentaron desde La Poderosa Entre Ríos. «¿Cuándo dejaremos de ser la última promesa incumplida de tantas campañas electorales? Se imaginarán que no es la primera casilla que se prende fuego, pero nadie nos asegura que sea la última», advirtieron.
Vecinas y vecinos del barrio San Martín denunciaron «que la falta de políticas públicas de urbanización en nuestro barrio, además de ser un peligro para nuestra vida, son un atentado a nuestros derechos humanos».