La Multisectorial de Derechos Humanos exigió el esclarecimiento de la muerte de Ignacio Pereyra en Victoria

El adolescente de 18 años fue detenido por una contravención en la noche del viernes y se lo encontró muerto a la madrugada en un calabozo de la Jefatura policial. Su familia no cree esa versión, dice que lo golpearon y denuncia irregularidades.

Foto: UNO

 

Se cumplen ocho días de la muerte de Ignacio Pereyra, o Nacho como lo llamaban sus amistades, en la ciudad de Victoria. Fue encontrado el sábado 17, en horas de la madrugada, en un calabozo de la Jefatura de la Policía, algunas horas después que sea detenido por una contravención. Gamal Taleb es el fiscal de la causa, quien precisó en diálogo al Diario Uno que no hay indicios que hablen de otro desenlace que el suicidio, aunque admitió que los médicos forenses de Oro Verde le notificaron sobre un golpe en el pecho. La familia no cree la versión oficial y denunció apremios ilegales en el momento de la detención. «Sentí los gritos y los golpes y la camioneta cuando arrancó y se lo llevó», expresó su madre en declaraciones al portal Ahora. Mientras la investigación sigue su curso, la Multisectorial de Derechos Humanos exigió, en su documento público a 42 años del inicio de la dictadura, el esclarecimiento de la muerte del adolescente de 18 años.

«Exigimos el inmediato esclarecimiento del caso ocurrido hace pocos días en una celda de la Jefatura de Policía Victoria», expresó el espacio que nuclea a los organismos de derechos humanos de la provincia y a numerosas organizaciones sociales, políticas, gremiales, del movimiento de mujeres, sindicales y de la disidencia sexual. «Allí Ignacio Pereyra, de 18 años, fue encontrado sin vida en un aparente suicidio, y sus familiares denuncian que sufrió apremios ilegales y su detención fue arbitraria», afirmó la Multisectorial en el documento leído en el acto realizado en Plaza Alvear de Paraná.

La familia de Ignacio reclamó que ni siquiera supieron la causa de la detención de aquel día. «Nunca me dijeron por qué», alertó su madre. «Lo vi cuando lo arrestaron, cuando la Policía lo salió a cazar y lo llevaron», precisó sobre la situación vivida. «Sentí los gritos y los golpes y la camioneta cuando arrancó y se lo llevó. Después me avisan cerca de las 4 de la mañana, diciéndome que mi hijo se había quitado la vida en la celda», denunció.

Su tía también expresó que Nacho sufría hostigamiento de «algunos funcionarios policiales que lo buscaban permanentemente para acusarlo de hechos delictivos». En diálogo con UNO advirtió que a ningún familiar directo del adolescente le informaron sobre el traslado de su sobrino a la morgue de Oro Verde. «¿Por qué pasó esto?», se preguntó.

Por su parte, el fiscal Taleb adelantó la existencia de cámaras de seguridad dentro de la Policía que muestran que el joven detenido murió sin participación de terceros. «Las imágenes muestran cuándo el policía recorre las celdas y se sorprende al encontrar esa situación», explicó. También confirmó la existencia de supuestos problemas con funcionarios policiales, denunciado mediante un llamado y un golpe en el pecho con marcas similares a las de un caño de una escopeta como las que usa la policía.

Pasaron ochos días del hecho. El Poder Judicial indaga sobre los acontecimiento para esclarecer la muerte del adolescente de 18 años, mientras su familia espera conocer la verdad sobre la detención arbitraria, los apremios ilegales, el rol policial y el desenlace del fallecimiento de Ignacio. Por lo pronto, la Subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia se encuentra interviniendo, mientras los organismos de derechos humanos reclaman respuestas urgentes.