El secretario de la Producción, Álvaro Gabás, estimó que el productor Ricardo Maxit habría violado la ley provincial vigente 6599, respecto a las distancias para aplicar insecticida. Se confirmó que hubo docentes y estudiantes que debieron recibir atención médica.

Por Pablo Urrutia.
Como informamos desde Agenda Abierta, el pasado viernes, la empresa Pecanes Pierre SRL de Ricardo Maxit, volvió a fumigar por segunda vez en una semana. La anterior aplicación de agroquímicos había sido el miércoles. La zona afectada es la que comprende a tres barrios cercanos al Arroyo Perucho Verna, El Brillante, Perucho y San Miguel, en la localidad de San José, departamento Colón.
El hecho determinó que tres escuelas que suman 760 niños, niñas y adolescentes, fuesen evacuadas.
La situación no es nueva, el año pasado, cansados de las reiteradas fumigaciones y violaciones a normas provinciales y a una ordenanza Municipal que establece que la zona no es apta para cultivos intensivos, se organizaron en la Asamblea Ambiental de Arroyo Perucho. El colectivo Paren de Fumigar en las Escuelas, colocó un cartel en la escuela NINA N°54, Carlos Souriges, lindante con los campos cultivados, y se realizaron diferentes acciones y charlas para concientizar y reclamar. Además de la plantación de árboles de nuez pecán, hay un arrozal, que también afecta la calidad de vida de los vecinos. Para la explotación arrocera, la empresa de Humberto Odiart, desvió el curso del arroyo Perucho Verna, taló monte nativo protegido y construyó un terraplén para embalsar las aguas del afluente del Río Uruguay. La grave situación se mantuvo sin mayores cambios a pesar de las constantes denuncias de los vecinos, en los medios y en la justicia, hasta el pasado viernes.
Hace un tiempo, los habitantes del lugar solicitaron una Mediación Comunitaria en busca de una solución al problema, evitando la instancia judiciale. Finalmente, la mediación, fue convocada por la intendenta de San José, Irma Monjo, para el próximo 23 de marzo. Hasta esa fecha, los productores no debían continuar con las fumigaciones, sin embargo, la empresa de Maxit volvió a realizar las aplicaciones en la plantación de pecanes el miércoles y luego, el viernes, lo cual provocó una reacción generalizada de los vecinos, los directivos de tres escuelas y la denuncia de Agmer.
La inacción de las autoridades Municipales y Provinciales ante una situación tan grave, ya no pudo ser sostenida.
Desde las 8:30 del viernes 16 de marzo, Pecanes Pierre SRL volvió a fumigar, el viento nuevamente esparció los agrotóxicos sobre barrio Perucho y la escuela Carlos Soruiges que debió comenzar la jornada con sus puertas y ventanas cerradas. La directora, Silvia Mathey Doret, que ya había denunciado la fumigación del miércoles en los medios, se comunicó con la Departamental de Escuelas de Colón, y de esa manera se decidió aplicar el protocolo de evacuación. No fue la única escuela afectada, similar situación padecieron la primaria NINA N°32 Pronunciamiento y Secundaria N°6 Esmeralda Bertelli de El Brillante. Se registraron cuadros de intoxicación en algunos niños y niñas y docentes.
Ante la gravedad del hecho, el Estado provincial, decidió actuar. Informaron que desde la Secretaría de Producción se realizarán las actas correspondientes en función del cumplimiento de la Ley vigente, mientras se evalúan acciones ante la Justicia. Desde el Ministerio de Salud afirmaron que se estuvo en contacto permanente con los efectores que atendieron a docentes y estudiantes, en tanto Educación cumplió con el protocolo realizando la exposición policial para dar a conocer lo sucedido en las escuelas.
El sábado, un equipo de fiscalización de la Secretaría de la Producción, órgano que tiene a cargo la aplicación de la ley de agroquímicos, realizó estudios para determinar a qué distancia se produjo la fumigación y solicitó al Municipio la información acerca de la documentación para la aplicación y qué productos se utilizaron.
En este sentido, el secretario de la Producción, Álvaro Gabás, precisó que el productor habría violado la ley provincial vigente 6599, respecto a las distancias para aplicar el insecticida. Algo que los integrantes de la Asamblea de Arroyo Perucho, vienen manifestando desde el año pasado, además de argumentar que no hay agroquímicos autorizados por el Senasa para el cultivo de nuez pecán.
Gabás, aseguró que los inspectores “labrarán el acta correspondiente de acuerdo con las actuaciones correspondientes que son de multas, penalidades y actuaciones administrativas».
Por su parte, desde el Consejo General de Educación, se le solicitó a la directora de la institución que siga el protocolo establecido ante fumigaciones que establece que se realice la exposición policial en la comisaría más cercana e informar a la Dirección General de Agricultura como órgano de aplicación de la Ley 6599 de plaguicidas. Lo cual ya fue realizado por Doret.
La directora departamental de Escuelas de Colón, Mariela Serpa, relató que el viernes recibió los llamados de las distintas escuelas detallando las situaciones e inmediatamente concurrió a los establecimientos para acompañar en el procedimiento que establece el protocolo.
Protocolo para escuelas fumigadas
El CGE, dispone que, ante cualquier situación que implique riesgos para estudiantes y docentes, los directivos y docentes están facultados a suspender las actividades, debiendo notificar a la autoridad correspondiente. Además, se debe notificar a la Dirección General de Agricultura como órgano de aplicación de la normativa vigente, Ley de Plaguicidas 6599.
El protocolo de actuación ante fumigaciones fue elaborado entre el CGE, la Secretaria de Producción y el Colegio de Profesionales de la Agricultura de Entre Ríos.
El mismo da cuenta de que Entre Ríos es un pueblo fumigado, donde los casos de personas afectadas por el descontrolado uso de agroquímicos en las plantaciones, no es exclusivo de San José. De hecho, los municipios más importantes trabajan en Ordenanzas que pongan coto a la afectación de la salud de los ciudadanos causada por las fumigaciones, que alcanza niveles alarmantes en algunos lugares.
Hace un tiempo se dio a conocer una información que indica que la mitad de los niños y niñas que llegan al hospital Garrahan para tratarse por cáncer, son entrerrianos.
Sin registros en los hospitales
Como es común que suceda, el sistema de salud de la provincia no registra las afecciones causadas por el uso de agroquímicos como tales. El cuadro alérgico es el más común y suele ser raro que se expresen las causas y que entre ellas surja la exposición a agroquímicos. Por ende, no hay un registro ni estadística que dé cuenta del impacto que la actividad agropecuaria basada en el uso de agroquímicos está teniendo en la salud de la población. Se sabe que las enfermedades más graves causadas por los químicos que se utilizan en el agro surgen a partir de una exposición prolongada, aunque están precedidas por episodios que no son relevados de manera conveniente.
Efectivamente, a partir de lo sucedido en San José el pasado viernes, el Ministerio de Salud, a través de la Dirección de Epidemiología, informó que no recepcionó ninguna denuncia a través del Sistema Nacional de Vigilancia ni al Centro de Información, Asesoramiento y Asistencia Toxicológica (CIAAT) por casos de personas afectadas.
Asimismo, el director del hospital San José, Marcos Luciani, señaló que de la Escuela N°54 no se atendieron pacientes ni casos por la pronta evacuación.
Según la información oficial, en el centro de Salud Ambrosetti de El Brillante atendieron a 9 docentes y 12 alumnos de la Escuela N°32 por “cuadros de alergias de tipo respiratorias ocasionado por el producto utilizado para fumigar” y agregó: “El centro de salud municipal Dr. Tavella del Colorado brindó asistencia a más de tres personas que presentaron los mismos síntomas que consisten en prurito en garganta, ojos y nariz”.
Además, en la fecha desde el nosocomio se atendieron tres personas con “síntomas compatibles” a los mencionados. No se habla de envenenamiento ni intoxicación.
Quienes habitan en zonas periurbanas o de cercanía a cultivos intensivos, saben que es muy difícil, prácticamente imposible, que un médico deje constancia de las afectaciones producidas por los agroquímicos en los ciudadanos. Esto último es una de las varias formas de complicidad u ocultamiento de la problemática, que garantizan en cierto modo la impunidad de quienes anteponen sus intereses económicos privados a la salud de la población. Como se dijo, al no relevarse los casos como tales, se carece de una estadística que dé la real dimensión del daño que el modelo de cultivo está teniendo en las personas.