Se trata de Federico Boglione, propietario de La Sibila y miembro de La Rural. El Estado pagó a esa y otras siete empresas leche por casi el doble de lo que sale en el mercado. La Oficina Anticorrupción ni dio a conocer el dictamen sobre el cobro del bono.
El pasado 14 de febrero el Gobierno aprobó una licitación pública para adquirir unas 8.680 toneladas de leche en polvo a un precio total de 858 millones de pesos en el marco de un programa para prevenir la desnutrición infantil y anemia en niños y embarazadas.
El tema es que en la decisión administrativa 71/18 publicada en el Boletín Oficial puede observarse que una de las ocho firmas lácteas beneficiadas fue La Sibila con un monto de 68 millones de pesos. Esa compañía es propiedad del empresario Federico Boglione, quien integra la Comisión Directiva de la Sociedad Rural (SRA) y fue uno de los dirigentes que el 14 de noviembre pasado votó a favor del pago del bono de 500 mil pesos a favor del ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere. Y que en medio de un escándalo que motivó el mediático decreto antinepotismo del presidente Mauricio Macri, debió devolver. Situación que también está siendo investigada por la justicia.
La mencionada licitación no solamente generó sospechas por este aspecto, sino que también llamó la atención porque el precio que abonó el Estado a las firmas beneficiadas, alrededor de 5 mil dólares la tonelada, supera ampliamente el valor de mercado, unos 3 mil dólares por tonelada.
Otro punto que causó polémica en la licitación es que los encargados de evaluar las ofertas para la venta de leche en polvo desestimaron la realizada por SanCor porque, supuestamente, el certificado fiscal de la cooperativa insignia se encontraba vencido.
Las otras siete empresas beneficiadas en la licitación de leche en polvo fueron Mastellone Hnos. (La Serenísima), Williner (Ilolay), Verónica, Alimentos Vida (Vidalac), Fábrica de Alimentos Santa Clara, Manfrey y Lácteos La Ramada.
Boglione es un reconocido empresario que también está ligado a la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Sus negocios no solo se concentran en la industria láctea, sino que también se dedica a la ganadería con cabañas de reproductores Angus y Hereford, actividad que tradicionalmente también desarrolla la familia Etchevehere.
Las internas en La Rural siguen al rojo vivo tras el pago del bono. El propio Hugo Biolcati, que presidió cuatro años la entidad, consideró que «fue un error sumamente importante que no debió hacerse y que estuvo mal resuelto».
«Se infringieron normas básicas de política y prudencia. El ministro no debió someterse a esa situación porque no creo que haya sido necesario el bono; La Rural tomó una decisión sin precedente y se metió en un pantano difícil de salir», dijo en declaraciones radiales.
La bronca de Biolcati se refleja en otros directivos de la entidad que manifestaron su malestar por el allanamiento que sufrió La Rural en el cual se secuestraron los libros de actas en los que se asentó la votación que terminó aprobando el pago a Etchevehere.
En tanto, la Oficina Anticorrupción (OA) que conduce Laura Alonso aún no dio a conocer el dictamen que tenía preparado sobre el pago del bono al ministro y se desconoce -por falta de respuestas oficiales- si efectivamente saldrá a la luz.
Fuente: LaPolíticaOnLine.