La trabajadora de la Residencia de adultos ‘Juana Sarriegui de Istilarth’ criticó el incremento en la tarifa eléctrica. Su valor supera en diciembre los 10 mil pesos. Además adeudan facturas desde marzo del año pasado.
La Residencia de adultos Juana Sarriegui de Isthilart, ubicado en Concordia, atraviesa un difícil escenario ante el aumento continuado de las tarifas eléctricas. El espacio que depende de la provincia recibe una partida de $16500 por mes, con la cual se afronta la luz, el gas natural, el médico, el kinesiólogo, correspondencias, fotocopias, entre otros gastos cotidianos.
En Diciembre llegó una factura de $ 10.648. «Pagando el médico y la luz, las demás cosas ya no se pueden pagar”, advirtió Sandra Zalasar, trabajadora administrativa de la Residencia. También se deben facturas desde marzo del año pasado.
Anteriormente las facturas eran por importes como $ 7.600 u $ 8.800. “De todas maneras, por más que estemos en verano y que se ocupen los ventiladores, me parecen bastante altos los montos que vienen”, sostuvo.
La Residencia no cuenta con equipos de aire acondicionado, solamente ventiladores. “Con estos calores terribles los ventiladores se ocupan permanentemente, aparte no nos olvidemos que son personas ya mayores de edad que tienen que estar hidratados y en lugares frescos”, dijo. «Se ahorra hasta donde se puede. Lo que queremos es el bienestar de cada uno de ellos y jamás se les sacaría los ventiladores”, indicó.
La trabajadora de la Residencia, que recibe donaciones de la ciudadanía para subsistir, denunció que no se considera que se trata de una institución de salud que brinda su servicio a personas mayores de edad que no pueden estar en otro lado. “No se puede hacer nada, porque por más reclamos que se hagan no los tienen en cuenta”, indicó.
Además, hay 40 residentes adultos mayores, pero no todos tienen ventilador. Y aquel que no lo tiene se le consigue para que lo tenga porque tienen que estar en lugares frescos y tomar mucha agua. Acá sí o sí hay que pensar constantemente en ellos y que estén bien”, recalcó.
Actualmente desde el Hogar adeudan desde marzo del año pasado más de $80 mil a la CEC (Cooperativa Eléctrica de Concordia). “Se está tratando de hacer un arreglo con la gente de Paraná para que se deposite ese dinero y así cubrir el presupuesto de la luz para quedar al día porque la verdad es que es imposible pagar con el depósito para servicios que tenemos que son $16.500”, mensuales.
Con $16.500, deben afrontar el pago de una factura de luz de $ 10.600 y el médico les cuesta $4.500 por mes. “Pagando el médico y la luz, las demás cosas ya no se pueden pagar”, expresó. La otra partida, denominada ‘para consumo’ y destinada a la compra de alimentos, tampoco les alcanza. Por eso estaban analizando la posibilidad de reclamar un incremento de partidas.
No obstante, aclaró que la CEC no cortó el suministro eléctrico. “Eso me llamó la atención porque antes venían los cortes de luz y este año aún no ha pasado eso”, manifestó.
Algo similar les sucede con el gas natural. En verano no se ocupan los calefactores por eso las facturas son de importes menos onerosos que a mitad de año. “En una oportunidad en que no me habían depositado las partidas porque enero, febrero y marzo no hay depósitos de partidas, llamé a Gas Nea para decir si no podían esperar hasta que me depositaran para hacer el pago y me dijeron que no”, indicó. “En el Hogar es indispensable que tengan gas porque si no ¿Qué comen los ancianos?”, se preguntó. Para salir de esa situación, los empleados decidieron pagar con dinero de sus sueldos la factura de gas hasta que les reintegren. “Así el gas no lo cortan”, señaló.
Zalasar sostuvo que no hay excepciones con la Residencia. “Más allá de que sea un Hogar, no tienen contemplaciones. A la vista está todas las cosas que están pasando”, señaló.
Fuente: Diario Junio