El nieto restituido integrante de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) fue el encargado de decirle a Adriana, la nieta recuperada 126, que el resultado del Banco Nacional de Datos Genéticos había dado positivo.
Por Vero Curvale
Manuel recuperó su identidad en 1997, en ese momento supo que a los cinco meses de edad, su madre biológica, le salvó la vida metiéndolo en un placard tapado con almohadas antes de ser fusilada en lo que se conoce como la masacre de la calle Juan B. Justo. Luego fue dado en adopción de manera irregular y recién en 1995 comenzó con las dudas que concluyeron con un resultado positivo en el Banco Nacional De Datos Genéticos. Sus padres biológicos eran Ana María del Carmen Granada, de Formosa, y Gastón Gonçalves, de CABA, éste último detenido- desaparecido el 24 de marzo de 1976.
«Soy parte de la comisión directiva de Abuelas de Plaza de Mayo pero también miembro de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi), así que me tocó llamarla a Adriana para informarle el resultado de la inclusión que había dado en el Banco Nacional de Datos Genéticos con la familia Garnier- Ortolani» relató Manuel Gonçalvez Granada en diálogo con el programa Agenda de Radio que se emite por FM Radio de la Plaza (94.7 MHZ).
El Banco Nacional de Datos Genéticos
Creado en 1987 por Ley 23511, gracias a la lucha y perseverancia de las personas que integran la organización Abuelas de Plaza de Mayo en la búsqueda de sus nietos y para poder realizar pruebas genéticas de filiación entre nietos y abuelos, porque sus padres habían sido secuestrados y desaparecidos por el Terrorismo de Estado. A partir de este trabajo constante es que hasta el momento se ha restituído la identidad a 126 hijos de detenidos- desaparecidos por la dictadura cívico militar.
“Las Abuelas lo pensaron con este concepto: un lugar que preserve la información; en este caso la información genética de los familiares por muchos años. Hay abuelas y abuelos que ya no están pero sus perfiles genéticos están en el Banco, entonces nosotros tenemos la posibilidad de encontrar a un nieto, a una nieta aún cuando parte de la familia ya no esté. Por supuesto que lo mejor es cuando pueden encontrarse con sus abuelos, o en este caso Adriana se va a poder encontrar con su abuela Blanca que vive en Concepción del Uruguay” explicó Gonçalvez.
Tal como lo relató Adriana, la última nieta recuperada, y lo ratificó Manuel en la entrevista «Hubo un primer análisis en 2015 que dio negativo, fue en medio de un proceso de mudanza del Banco Nacional de Datos Genéticos, de reestructuración, de ampliación de la tecnología; lo que está claro es que no hay posibilidad de que un positivo pase a ser negativo. Si sos positivo es porque efectivamente la inclusión genética se dio completamente, no hay grises».
La Conadi
Respecto del rol que cumple la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad, creada en 1992 por pedido de las Abuelas para mediar con el Estado Argentino en la búsqueda y recuperación de identidades, el nieto restituído en 1997 contó que «nosotros trabajamos no sólo en la búsqueda de los nietos sino también en poder incorporar nuevos perfiles a las familias que están en el banco y esa posibilidad de ir recomparando los jóvenes, en este caso se dio que esta chica ahora sí respondía a una inclusión con la familia».
La noticia
“Estuvimos en Conadi primero, con esa primera parte que es la del informe, la cuestión formal y después empezando a acompañarla en el proceso de la restitución. Comenzó con ir a la casa de las Abuelas a conocer parte de la gran familia que trabaja todos los días para esto que, igual que en Conadi, estuvo con los compañeros y las compañeras muy agradecida por todo, con el Banco Nacional de Datos Genéticos también. Ahí empezó a llegar la familia biológica, primos que andan por Buenos Aires, amigos del papá, de la mamá, compañeros de militancia que le empezaron a contar de dónde viene, quien fue su mamá, quien fue su papá y eso es parte del proceso que ahora hará que es buscar a través de la verdad su verdadera identidad”.
Consultado por las emociones, procesos y sentimientos que confluyen cuando una persona recupera su identidad y su historia, Manuel expresó “es un proceso que tiene la particularidad de cada uno de nosotros, de las familias; pero por supuesto hay puntos de contacto de todas las historias y lo que tiene que ver con, tratando de hacer un gran resumen, lo que significa la restitución de la identidad que es transitar el camino a la verdad, de encontrarte con la historia que te habían negado, que te habían ocultado, de poder entenderte como persona en algunas cosas que uno no sabía de donde vienen” y agregó que “hay una transmisión genética que realmente no se puede cortar, uno puede sacar a una persona de un lugar llamarla de otra manera, mentirle, pero hay cosas que están arraigadas de alguna manera en cada uno de nosotros con mucha fuerza y cuando uno se encuentra con su familia, la familia biológica, encuentra en ellos un montón de cosas no sólo desde lo físico, pero bueno empiezan a aparecer respuestas a todas estas preguntas que antes no tenían donde acomodarse”.
Gonçalvez dijo que la decisión de Adriana de contactarse inmediatamente con su historia y hacerla pública fue absolutamente libre ya que “le planteamos que esto era una decisión de ella, que no era algo que debía hacer y lo eligió a conciencia diciendo que ella sabía que ésto le podía servir a otros; esta es una cosa muy importante”. Manuel que ya pasó por ese proceso y conoce en primera persona como es transitarlo manifestó que “ella está en una situación de sorpresa, de shock, está procesando algo que le va a llevar mucho tiempo pero también tiene hecho el compromiso social que pedimos de entender que las historias necesitan a veces de otros para que alguien se vea reflejado, interpelado, decidir contar su historia. Sabe que hay otros que no se animan a dar ese paso y quería a través de contar su relato que sea el empujoncito que le está faltando a alguno de los que todavía buscamos”.
Respecto de la médica Juana Franicevich que falsificó la partida de nacimiento de Adriana y que ya tenía antecedentes en otros casos de hijos de detenidos desaparecidos, indicó “es una persona que ya falleció y sí, ya participó de otros tres, este es el cuarto caso de nieto restituido que está firmado por esta mujer. Pero es una persona que, por otras pruebas que van surgiendo, sabemos que traficaba niños; entendemos que estaba conectada con la dictadura pero a su vez ella autónomamente trabajaba entregando chicos así que tenemos muchos otros casos que tienen partida firmada por ella que dieron negativo en el Banco de Datos Genéticos. No nos llama la atención un nuevo nieto con esa firma porque efectivamente esta mujer trabajó para la dictadura entregando niños de desaparecidos”.
Finalmente, para los que sospechan, tienen dudas, no se animan a acercarse a hacerse los análisis; los que sospechan de que alguna persona conocida pueda llegar a ser un hijo de desaparecidos, expresó “nosotros trabajamos todos los días para encontrarlos, así que cuando efectivamente se acercan tratamos de darles la contención necesaria, de trabajar rápido cada uno de los casos y de buscar que puedan tener una respuesta. A veces no es posible porque lamentablemente durante la dictadura, antes, después y hasta el presente el tráfico de niños también es un gran flagelo, muchas veces tenemos casos que no son de hijos de desaparecidos y en muchos casos podemos resolver y en muchos no se puede saber el origen de esa persona. Cuando hay una inclusión es un vínculo que se arma y se crece con la institución, con las personas que día a día trabajan por ésto y con una familia que los buscó” y mencionó que “hay otros casos resueltos en que encontramos familias biológicas de personas que tenían su identidad vulnerada pero no eran hijos de desaparecidos. Básicamente lo que nosotros hacemos es un trabajo a conciencia sobre la búsqueda y una vez que los encontramos los acompañamos en todo lo que podamos pero sobre todo lo que decimos es que ahora son libres de elegir lo que quieran hacer, qué hacer con su historia, cuando conocerse con su familia, si quieren hacerlo público o no; los buscamos para que sean libres, no dependen de nosotros para nada sino que somos articuladores de que cada uno de ellos pueda hacer el proceso de la mejor manera”.