En el marco del 3J, Agenda Abierta dialogó con la feminista Jorgelina Londero, integrante de la Asamblea Participativa de mujeres y coautora de un libro sobre los debates de equidad de género al interior de la Convención Constituyente del 2008 en Entre Rios.
Por Vero Curvale
El libro “Los derechos de las humanas y políticas para otros modos de vida” fue realizado por tres mujeres que participaron de la Convención Constituyente de Entre Ríos, que reformó la Carta Magna provincial en 2008. Las autoras: Griselda De Paoli, convencional, Susana Hocher, su asesora política; y Jorgelina Londero, compiladora y coautora, que participó como periodista y asesora de otro convencional.
Este es el segundo libro de la serie Constituyendo Ciudadanía, presidida por Las palabras de la Constitución, en el que se “abordan los entretelones del debate por la inclusión en la Constitución de Entre Ríos de los derechos sexuales y reproductivos, la muerte digna, la unión civil para parejas del mismo sexo y la equidad de género, que en nuestra Carta Magna incluye el reconocimiento del valor social del trabajo en el hogar”, relata Jorgelina Londero, con el objetivo supremo de compartir lo más trascendente de aquel momento histórico.
“Fueron docentes que llegaron a la Convención Constituyente con la idea de poner en debate los nuevos derechos y los nuevos proyectos, pensando que se estaba modificando una Constitución que tenía que dar origen a la exigencia y al ejercicio de esos derechos ciudadanos para los próximos 100 años, de mínima; y sabiendo que la sociedad estaba cambiando abruptamente. Incluso los mismos debates y las organizaciones que se presentaban en las comisiones o en los plenos, a exigir, a contradecir, a aplaudir; daban cuenta de ese proceso”, dice con orgullo, destacando la importancia de haber sido parte de ese momento histórico y poder difundirlo por medio de estos textos.
En el Prólogo se puede leer la argumentación del porqué de este libro, de porqué escribir lo que se escuchó durante esos intensos debates que conformaron la Convención: “Como protagonistas de esta fracción de la historia entrerriana nos gusta la posibilidad de repartir estos momentos vividos, como docentes queremos pensar que lo que tenemos para convidar es apenas el principio de muchas otras tantas ideas y formas de cambiar el mundo que vivimos, como mujeres queremos llegar a las manos de quienes están y no están de acuerdo con nosotras porque hemos entendido que convencer no es el camino y esperamos ponerle más letra a la discusión y mucha leña al fuego de las convicciones (P.15)” define textualmente.
Respecto de la decisión de hablar de derechos de las humanas y de su incorporación en la Constitución de la provincia, Londero detalló que “en la convención era derechos de las mujeres, fuimos nosotras, después, las que empezamos a hablar de los derechos de las humanas releyendo a Hanna Arendt, a Näis Nin, tomando escritoras mujeres con participación activista política”. Tampoco el título del libro es un detalle menor ni fue decidido rápidamente, sino que, según su compiladora, “lo debatimos mucho. Íbamos a poner derechos de las mujeres pero pensamos en Olympe de Gouges, una mujer que en Francia escribió los derechos universales de las humanas y que le costó la cabeza, literalmente”.
El debate de los conceptos
En el capítulo Agraviadas, El incumplimiento del mandato constitucional por la legislatura entrerriana, las autoras dan cuenta de lo complejo de poner sobre la mesa términos, conceptos, que ya estaban circulando por el mundo y que se necesitaba introducir en la Constitución provincial garantizando derechos para todas y todos. En una fracción especifica “parte del debate incluyó el intento de algunos convencionales de reemplazar la palabra género por sexo y no prosperó por los argumentos esgrimidos en su momento. Si bien no todos manejan el tema género, si tienen la responsabilidad de hace una ley o de sancionarla, o de promulgarla, por respeto a la ciudadanía, deben considerar los argumentos que fundamentaron su tratamiento en la Comisión respectiva y la votación en el pleno de la Convención”.
En el desarrollo de su relato sobre el trabajo en las comisiones y los debates específicos en las temáticas tomadas por las autoras para el desarrollo del libro, Londero expresa cómo se defendieron en aquel momento histórico cuestiones que diez años después, están aceptadas. En ese sentido “circulaban, en las comisiones, distintas versiones de los textos para llevar al pleno, y estaba la intencionalidad de cambiar una coma para revocar el sentido. Era algo muy significativo y muy expuesto y nos parece que en estas tres problemáticas que elegimos se nota eso”. De hecho hay un párrafo que Jorgelina eligió para graficarlo: “el texto del artículo finalmente obtiene el consenso que se ha trabajado y resulta expresado del siguiente modo (hablando del Art. 20): todos los habitantes de Entre Ríos gozan de los derechos sexuales y reproductivos como derechos humanos básicos. La provincia asegura mediante políticas públicas el acceso de la población a información, orientación, métodos, prestaciones de servicios referidos a la salud sexual y procreación responsable, la educación sexual se impartirá de manera continua en todos los niveles de la educación formal y no formal. El Estado en todos sus ámbitos de actuación protege a la mujer embarazada”. Para llegar a este resultado se tuvo que debatir cada una de las palabras que contiene el texto normativo.
Las personas que ocuparon lugares en este debate por la reforma de la Constitución provincial, en muchos casos venían de años en la arena política, fueron muchos los que tenían licencias en sus bancas legislativas o alguna otra función estatal para abocarse a esta tarea pero que luego tenían que volver a esos lugares y sostener, dar cuenta de lo que habían votado. Por otra parte, había profesionales a quienes les faltó instruirse sobre el tema, asesorarse más, porque era una temática que estaba surgiendo y estaba pidiendo pista para habilitar nuevos derechos a la ciudadanía.
No hubo una comisión específica para género sino que se debatieron entre la de Familia y, por ejemplo, los derechos sexuales y reproductivos se trataron en la de Nuevos Derechos. Allí se votaban los proyectos que luego pasaban al pleno para su votación definitiva. Respecto de esto, Lina toma un fragmento: “en el camino hacia el despacho definitivo como en el mitológico regreso del infierno perdimos conceptos valiosos y varias series, el concepto de perspectiva de género, equivocadamente subsumido a un principio de equidad y el valiosísimo concepto de vida plena y digna” y revela “estos fueron conceptos que peleamos para su incorporación y en el texto final no estaban”. Continuando con la cita “como series perdimos, primero, la que enumera los derechos humanos, políticos, civiles, culturales, económicos, laborales, sociales, reproductivos, sexuales, recreativos, educativos, ambientales, familiares y de bienestar psicofísico; luego en lo que se refiere a políticas y planes de educación, salud, cultura, vivienda, trabajo, producción, actividad sindical, actividad social y otros; la tercera serie que se perdió caracteriza la violencia al decir el Estado provincial asegura el derecho a una vida plena y digna libre de violencia física, psicológica, laboral, económica, sexual y ambiental”, nada de esto se pudo incorporar, señaló.
Como militante feminista, Londero sostiene que “una persona es libre de mantener sus principios o convicciones, sean morales o éticos, en el ámbito de la cotidianeidad. Pero si laburás en una institución del Estado, sea municipal, provincial, más si tenés a tu cargo un grupo de personas, más si sos de las personas que tienen responsabilidad de decisión en la vida y en los derechos de los demás, importa un carajo que te hayas criado machista”. Y en el caso de las mujeres en el ámbito político destacó: “Creo que cuando una mujer llega, si es una mujer del movimiento, que se va a hacer cargo del lugar que realmente le corresponde en la historia y en lo personal que es político, yo no le digo funcionaria, le digo compañera en funciones. Ahora, si es una mujer que no se va a hacer cargo de eso y que va a negociar como los machos y que va a sostener la misma violencia institucional que sufren las compañeras que no pueden llegar o que llegan y son ninguneadas, que les hacen la cama para sacarlas o no les dan presupuesto; es una funcionaria porque es funcional al sistema”.
Consultada sobre el resultado final de la Constitución provincial que desde aquel 2008 rige en la Provincia de Entre Rios, Jorgelina manifestó que “podría haber sido peor, se debatió Sexo/género, se perdió la unión civil, la muerte digna; pero para lo duro que fue debatir, destaco que fue interesante en tanto construcción y la Constitución es pionera y progre en muchos aspectos. El problema es que hoy, a diez años, sigue siendo linda y progre” y finalizó “hubo imposibilidades para que los derechos de las humanas y las políticas para otros modos de vida puedan quedar como ejercicio de derecho libertario en la Constitución”.