La creciente del río Uruguay genera preocupación en los jefes comunales que deben lidiar con la difícil situación que atraviesan sus comunidades. Casi en simultáneo, Mariano Rebord, de Colón, y Enrique Cresto de Concordia, realizaron cuestionamientos a las autoridades nacionales.

Por primera vez, algunos intendentes entrerrianos del FpV-PJ levantaron la voz plantándose ante el gobierno nacional. Casi coetáneamente salieron al cruce Mariano Rebord, Intendente de Colón y Enrique Cresto de Concordia. Los problemas derivados de la inundación que afectan a vecinos de sus pueblos fue lo que encendió la mecha. Rebord, que les reclama que cumplan la promesa de viviendas para inundados, reconoce que sus dichos sonaron mal y fuerte en los oídos macristas. Cresto por su parte, les pide “responsabilidad” en el manejo de la represa, que se “ajusten al protocolo” y que “tengan en consideración el sufrimiento de cientos de familias”. Además, les discute criterios, en este caso, que CTM pague indemnizaciones aguas arriba en vez de hacer sufrir a la población aguas abajo. Pareciera que ingresamos en una fase en la que el silencio dejó de ser saludable. Es que, el lago en este momento y de acuerdo al último parte tiene una altura de 32,64 mts. o sea, 4 mts. menos que lo solicitado por Cresto.
Rebord de Colón
El presidente municipal de la ciudad de Colón, contó que el gobierno nacional había prometido 80 viviendas durante la creciente que comenzó en diciembre de 2015 y que llegó a una altura de 10,50 metros frente al puerto de esa localidad. Hoy el río está en 8,77 metros y hay 50 familias evacuadas. Todas las familias trasladadas están en la lista para acceder a las viviendas que aún esperan.
“Desde enero de 2016 hasta mitad de 2017 estamos exactamente igual, con los papeles hechos, nada más”, dijo Rebord.
“Estamos a la espera de firmar. Si recibí una comunicación en estos días de Buenos Aires diciendo que ya estaba próximo a firmar. Se del malestar que hay que yo intendente haya dicho eso pero como dice el viejo dicho: la verdad no ofende a nadie. Esto es simplemente lo que ha pasado”, dijo.
Luego reafirmó que la municipalidad cumplió con todo lo que se le pidió en su momento. “Ahora sólo falta que el gobierno nacional nos adjudique las viviendas. Que, dicho sea de paso, dicen que es directo de Nación a municipio”.
Los cuentos chinos
Más adelante, señalo que en un momento se mencionó la posibilidad de instalar casas de tipo containers y luego surgió la versión de que iban a ser prefabricadas. También se mencionó la posibilidad de que la Nación enviaría el dinero al municipio para que éste se encargue directamente de la construcción. Más adelante, indicó que se planteó la factibilidad de que vengan licitadas y de cuya edificación se encargaría una empresa constructora de Buenos Aires. “Nosotros queremos que lleguen, nada más, no evaluamos la calidad”, redondeó.
“Que la hagan como la hagan. Si la hacemos nosotros va a ser mucho más rápido pero de la forma que sea estamos necesitando esas viviendas”, señaló.
Cresto pide suspender el negocio y la especulación
Cresto le solicitó a la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande que extreme las medidas con el fin de no elevar el nivel del río en Concordia superando los 14 metros, hasta no llevar la cota del lago a los 36 metros.
«nuestra misión es defender los intereses de toda la comunidad de Concordia que vive aguas abajo de la represa, que son las familias que sufren cada vez que hay una inundación».
Con el más sincero respeto al profesionalismo, compromiso y capacidad de los técnicos de la represa, debo decirle que ciertos elementos de análisis que consideramos razonables nos permiten suponer que Salto Grande podría estar hoy en condición de maniobrar de forma tal de elevar el nivel del embalse de su registro actual hasta los 36 metros – autorizados en caso de inundación extraordinaria, según lo establece el Manual de Agua que rige la operación de la represa – evitando el incremento en los niveles del río aguas abajo.
No escapará a Usted el conocimiento de que el organismo que conduce más de una vez en su historia ha enfrentado cuestionamientos de organizaciones sociales y ambientales que señalan que Salto Grande prioriza la generación de energía por encima de los demás postulados fundacionales de la represa y evita elevar los niveles del lago para no afrontar los costos que representa – en cuanto a pago de indemnizaciones a ribereños – pasar la cota de expropiación (fijada en 35,50 metros).
Ante las circunstancias que enfrentamos y mis responsabilidades como Intendente de esta ciudad considero que es mi obligación exigirle que no desatienda ninguno de estos factores, y pedirle que puesto a elegir entre pagar indemnizaciones aguas arriba y evitar el sufrimiento de miles de vecinos aguas abajo, elija siempre evitar dolor y lágrimas a nuestra gente.
Fuente: Claudio Gastaldi para Diario Junio.