La mamá de una de las víctimas contó los difíciles momentos que atravesaron y las amenazas que reciben. Con gran valentía, se enfrentó a la comunidad de Lucas González por denunciar al cura Escobar Gaviria.
Silvia Muñoz, la mamá de la primera víctima denunciante del cura Juan Diego Escobar Gaviria, se manifestó “aliviada” tras el pedido de elevación a juicio de la causa por abusos que se sigue contra el sacerdote y la solicitud de una pena de 25 años de prisión. “Lo que queremos todas las familias denunciantes es que siga sus días preso. Porque esto es abuso, no es algo que pasó porque tenía que pasar, es algo premeditado, algo que este tipo lleva en su mente y hay que terminarlo”, aseveró. La mujer contó además los difíciles momentos que debieron atravesar junto a su familia debido a las amenazas que recibieron no sólo del imputado sino de los vecinos de Lucas González. “Nadie se puso nunca en el lugar de escuchar a las víctimas. A mi hijo le enrostran el prontuario por los padres que tiene, pero qué prontuario puede tener un chico de 11 años”, se preguntó. Alertó asimismo que los abusos contra su hijo sucedieron en 2015 pero el sacerdote estuvo en la localidad desde 2005 con lo cual “pasaron más de 90 monaguillos y debe haber más de 30 que fueron manoseados”.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza) Muñoz dijo sentirse “aliviada” por el planteo judicial de elevar a juicio de la causa contra Escobar Gaviria y contó que esperaban “expectantes” la definición. “Sabemos que los 25 años de prisión se reducen, pero queremos que vaya preso. Lo que pedimos todas las familias de los chicos denunciantes es que termine sus días preso”, sentenció.
Dijo que al momento de tomar la decisión de denunciar, “sabía la reacción que iba a tomar el pueblo porque como familia ya veníamos mal parados, teníamos una relación muy buena con el cura, en su momento nos defendió y nos apoyó en una situación tremenda que pasamos en 2011 con un accidente vial”. “Él nos sacó adelante y valiéndose de eso empezó a absorber a mi hijo, por eso primero me dirigí a las maestras y monjas del Colegio”, recordó.
Respecto de esas reacciones de la gente, contó que “una vecina fanática de él vino a mi casa y me amenazó de muerte, que nos iban a linchar a todos” y dijo que “fue muy difícil y lo sigue siendo hasta ahora porque hay gente que todavía sigue en su postura de que es inocente. Ayer mismo estaba un tipo desprestigiando en una radio local y atacando a los chicos”. A mi hijo le enrostran un prontuario por los padres que tiene, pero qué prontuario puede tener un chico de 11 años”, se preguntó.
Ante ello, cuestionó que “nadie se puso nunca en el lugar de escuchar a las víctimas”. De todos modos, también valoró el apoyo de algunos habitantes de la localidad y contó que “días pasados, el juez de Paz me felicitó y me dijo que se sentía orgulloso por lo que yo había hecho, que no le haga caso a la gente ignorante porque lo que el cura hizo con las criaturas es detestable”.
Consultada por su firme determinación de continuar adelante pese a todas estas situaciones, Muñoz explicó: “Por los golpes que he tenido en mi vida, me dije que a esta no se la puedo perdonar. Amo los gurises, he sido niñera desde los 15 años, tuve a mi cargo montones de nenes y sentí que debía hacer algo”.
En ese punto, relató también la valentía de su hijo. “Cuando volvíamos del psicólogo, quien me dijo que tenía que denunciar, mi hijo me pidió que quería que ayudara a los demás, y ese coraje y esa fuerza que tenía mi hijo, que pedía que siga adelante con esto, me sirvieron para seguir adelante”.
“Lloré mucho porque más de una vez, en un primer momento, no tenía ni el apoyo de mi marido porque pensaba que se nos venía el pueblo encima. Pero esto es abuso, no es algo que pasó porque tenía que pasar, es algo premeditado, algo que este tipo lleva en su mente que hay que terminarlo”, aseguró.
También se refirió a las intimidaciones que recibieron de parte del sacerdote imputado y contó que su hijo “recibió amenazas por whatsapp, donde alguien le mandaban mensajes amenazantes, cuestionando que hablara del cura y diciendo: Después no culpe a Dios si te pasa algo”. Ante esto, afirmó que realizó la denuncia en la comisaría pero “desde las telefónicas me dijeron que los mensajes de whatsapp no se pueden rastrear”.
Además alertó que los abusos contra su hijo “pasaron en 2015 y el cura estuvo en Lucas González desde 2005” con lo cual estimó que “pasaron más de 90 monaguillos y monaguillas –aunque a las chicas jamás les hizo nada- y debe haber alrededor de 20 a 30 monaguillos manoseados o abusados”.
“Sé que hay más víctimas. Todos pasaron por lo mismo, por el manoseo, por el toqueteo en la pieza, pero tienen miedo, tienen vergüenza y siempre plantean que el cura los ayudaba económicamente”, apuntó.
Al respecto, refirió que “este cura tiene plata que nadie conoce. Los chicos dicen que tenía dos cajas fuertes de las que sacaba fardos de plata. Cuando viajaba a Colombia traía regalos. Manejaba mucha plata, y sin embargo también nos pedía plata a nosotros”. “Nos hacía creer que a los curas no se les paga un sueldo. Decía que no quería escuchar monedas y que los billetes violetas eran más lindos, en referencia a los de 100 pesos”, rememoró.
Por otra parte, también denunció que “el día que ratificamos la denuncia de las monjas, los colaboradores del cura desvalijaron la Parroquia, se llevaron en bolsas de consorcio un montón de y junto con ello desapareció la computadora del cura, que no apareció nunca más y es la misma en la que el técnico había encontrado pornografía”.
Sobre el estado actual de su pequeño hijo –que el sábado cumple 12 años y fue abusado por Escobar Gaviria desde los 10- mencionó que “no quiere que hablemos más del tema, se quiere olvidar, pero es inevitable que hablemos en esta faceta judicial”.
“En julio de 2015 comenzó a ir más por la insistencia del cura pero en enero de 2016 no quiso ir más y a fines de ese año se animó a hablar. El cura se había metido de tal manera en la familia que mi marido estaba enceguecido por él. En un momento perdí un embarazo y el sacerdote me ofreció hacer un bautismo de fe, cuando para ese entonces ya estaba abusando de mi hijo”, recordó.
Fuente: Análisis Digital