Vecinos de la Toma Vieja en alerta por la instalación de nuevos boliches

Hay varios proyectos a realizarse sobre un predio privado en la barranca que sufrió derrumbes hace un tiempo, a metros de la antena de alta tensión que se encuentra en la curva previa al ingreso al complejo.

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Imagen del predio en que se proyecta el emprendimiento privado

Por Pablo Urrutia.

Los vecinos de la Toma Vieja de Paraná se encuentran en alerta ante la instalación de nuevos emprendimientos nocturnos en la zona.

Cada vez que se acerca la época estival, en los terrenos cercanos al complejo Toma Vieja surgen los emprendimientos al aire libre con formato de boliche bailable. En realidad suelen ser predios abiertos, con mínimas construcciones destinadas a rudimentarias barras para el expendio de bebidas, y algunas instalaciones sanitarias. La ecuación es simple, mínima inversión, considerables ganancias.

Los vecinos se oponen una y otra vez, y la situación siempre genera conflictos que la mayoría de las veces han derivado en el cierre de dichos espacios.

La contaminación auditiva, el daño ecológico y la erosión de la barranca suelen ser los principales argumentos para la negativa de los ciudadanos de la zona. Esta vez, a ello se agregaría que el predio en cuestión está a escasos metros de la antena de distribución de electricidad que permite el cruce del tendido hacia Santa Fe. En esa zona, hace algunos meses se produjo el derrumbamiento de la barranca que fue captado por una cámara ocasional y recorrió los medios provinciales.

Zona protegida

La zona de la Toma Vieja está declarada ‘Área Natural Protegida’ por medio del Decreto Nº 359/90. Sin embargo, nunca se llegó a cumplimentar totalmente la medida. Además, el Camping del complejo cuenta con una protección particular como Área Natural Protegida, específicamente, como Paisaje Protegido conforme a la Ordenanza Nº 7961, considerando que, por definición la categoría protegida es: ‘todo espacio físico que siendo de interés científico, educativo y cultural por sus bellezas paisajísticas y sus riquezas de fauna y flora autóctonas, son objeto de especial protección y conservación, limitándose la libre intervención humana a fin de asegurar la existencia de sus elementos naturales a perpetuidad’, según la Ley 8967.

Se desprende que cualquier intervención en la zona, estaría rompiendo ese equilibrio natural que se tratado de mantener mediante las normas citadas.

Como otras veces, los vecinos aseguran que se manifestarán para impedir la instalación de cualquier emprendimiento de esa índole en la zona.