La cuestión climática, los altos costos y la falta de demanda de los frigoríficos agudizan los problemas del sector. Esta semana tiraron 8 mil kg de sábalo con una pérdida superior a los 50 mil pesos para los productores.
El agregado de valor de las condiciones naturales de Entre Ríos, son parte del desarrollo productivo cotidiano. Una de las economías regionales, que atraviesa distintos puntos del territorio provincial, es realizada por los pescadores, quienes sufren en Victoria un complejo escenario.
Altos costos, la cuestión climática, el bajo nivel del río, la poca demanda de los frigoríficos, la falta de políticas públicas que consoliden la realización productiva, son parte del menú que pone en una situación crítica a los productores entrerrianos.
Hace unos días Victoria fue noticia por el desperdicio de toneladas de sábalo, ocho mil kilos específicamente, que representaron una pérdida real superior a los 50 mil pesos. A eso sumarle los gastos de recursos básicos, necesarios para cualquier pescador.
El argumento que se dio sobre la mercadería en mal estado, abandonada en la ciudad entrerriana, se excusó en que uno de los frigoríficos fue a buscar la mercadería un día más tarde de lo previsto. Cuando llegaron a buscar las toneladas de sábalo rechazaron comprarla.

Actualmente la mercadería se distribuye en tres grandes compradores: Curimba SA, Epuyen SA y River Fish SRL, en un mercado donde el número de pescadores ha ido en aumento como forma de sobrevivir frente a la falta de otras opciones laborales. Agregarle valor a la producción, abordar formas de asociativismo que permitan darle orgánica a mujeres y hombres que viven de esta economía regional, y el diseño y la implementación de políticas públicas locales, provinciales y nacionales, conforman los grandes desafíos de un sector en plena expansión.